El Ministerio de Sanidad, en coordinación con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha puesto en marcha el
Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente (PESMA). Un plan que estará vigente hasta el 2026 y que establece las actuaciones que se deben realizar para reducir el impacto sobre la salud de los principales factores ambientales.
Desde esta perspectiva ambiental, se definen cuatro áreas de riesgo para la salud de las personas:
1) Cambio climático y salud: riesgos del clima, temperaturas extremas y vectores transmisores de enfermedades.
2) Contaminación: productos químicos, residuos, calidad del aire, calidad del agua y contaminación industrial.
3) Radiaciones: radioactividad natural, campos electromagnéticos y radiación ultraviolada.
4) Hábitat y salud: ruido ambiental y vibraciones, calidad de los ambientes interiores y ciudades saludables.
Este documento estratégico, es el primero de sus características que se realiza en España y trabaja en la línea del compromiso que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pretende afrontar ante los riesgos medioambientales de nuestro tiempo, impulsando el enfoque “One Health” (una salud), que se reconoce que la salud humana, está íntimamente conectada con la seguridad alimentaria, la salud del planeta, los seres vivos, ecosistemas, etc.